
Lc 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
"Meditaciones
sobre los Cantares" 6,7: ¡Oh secretos de Dios! Aquí no hay más de
rendir nuestros entendimientos y pensar que para entender las grandezas
de Dios no valen nada. Aquí viene bien el acordarnos cómo lo hizo con la
Virgen nuestra Señora con toda la sabiduría que tuvo, y cómo preguntó
al ángel: ¿Cómo será esto? En diciéndole: El Espíritu Santo sobrevendrá
en ti; la virtud del muy alto te hará sombra, no curó de más disputas.
Como quien tenía tan gran fe y sabiduría, entendió luego que,
interviniendo estas dos cosas, no había más que saber ni dudar. No como
algunos letrados (que no les lleva el Señor por este modo de oración ni
tienen principio de espíritu), que quieren llevar las cosas por tanta
razón y tan medidas por sus entendimientos, que no parece sino que han
ellos con sus letras de comprender todas las grandezas de Dios. ¡Si
deprendiesen algo de la humildad de la Virgen sacratísima!
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